Fugas
por Joaquín Fabrellas, aparecido el 22/1/2015 en Viva Jaén.
Walter Benjamin muere en Portbou huyendo de
la locura, el miedo y el terror del nazismo. Sus textos son considerados
peligrosos por el aparato de control del fascismo. Para una crítica de la violencia quizá fuese demasiado para un
nazismo exacerbado. En otra latitud más amable Stefan Zweig se suicida en
Petrópolis ante la amenaza y el auge del exilio nazi en América Latina. Stefan
Zweig amaba la vida y así lo demostró en sus textos, el miedo es infalible y
certero.
Antonio Machado se marcha a Francia con su
madre huyendo de un fascismo doméstico pero no por ello menos peligroso o
eficiente, y, es que, a veces, infravaloramos el poder de persuasión del fascismo más cercano, nos acostumbramos a
él, obviando su capacidad de réplica y aniquilamiento de un régimen que casi
sube a los altares por obra y gracia de confabulaciones internacionales.
Miguel Hernández es detenido en un pueblo
fronterizo entre España y Portugal por la policía portuguesa, otro fascismo
cercano, el oscuro y eficaz Salazar que devuelve al poeta díscolo, ese que nos
dijeron que era casi analfabeto mientras charlaba de filosofía por el Retiro
madrileño con una María Zambrano que también se tuvo que exiliar por obra y
gracia de un terror inválido, estúpido, pero tremendamente cierto. Miguel
Hernández el poeta que no entendía la distancia entre su cuerpo pudriéndose en
la cárcel y el de su esposa y su hijo que solo comprendía su llanto.
Y es que la razón, según nos apuntó Freud,
esa línea que separa la normalidad de la locura, es también parte de un
discurso mayor perteneciente al poder, político y económico. Por eso es
demencial que estos regímenes denunciasen estos textos como peligrosos, que
muriesen en el exilio, en la cárcel o suicidándose en un viaje tropical al
final de la noche.
La libertad de expresión no ha estado amenazada
solo en estos últimos tiempos, no solo desde la semana pasada ante el ataque al
diario satírico Charlie Hebdo, este
viaje surge de la noche más oscura, surge de la necesidad de control del hombre
hacia el hombre; Europa ha estado
siempre amenazada y también ha sido la que amenazaba de manera impune, véase el
discurso de poder mantenido en el pasado siglo ante el colonialismo más
salvaje, ese que la misma Europa ha aprendido a esconder adecuadamente bajo la
alfombra corrupta de su Historia.
Comentarios
Publicar un comentario