REÍR
Tu beso en mi beso,
ágil amor, como el viejo
del mar que desespera
la llave confusa con que le oprimen
los brazos interrogantes.
Miel o tabaco, gin o sal,
áspero limón limpio,
o la última fruta interna
de carne, dentro del jardín cerrado
donde se entra sin renombre
(empresa furtiva:
delicia no quiere pregón).
¿Cuál es el sabor de tu beso?
Y ahora, amor, este beso tuyo
(otra leyenda) se me muda
hasta la raíz de la naturaleza.
Tiembla, me olvida, el dulce
se me escurre anhelante
y una risa, gozo inquieto,
brota profusa y rebrota
y agita sus ramas en mi boca:
fresca amargura del laurel,
verde rumor aéreo.
Déjame reír a mí, amor.
Cuento en todas las partidas
y conozco la ganancia, ¿ y qué haría
con mi juventud?
Es la tuya la que quiero.
Compadecido de sí mismo,
hace feo mudar mi beso.
Muda, que ruedo contigo
y es mío todo lance de tu dado.
Gabriel Ferrater. Las mujeres y los días.
Tu beso en mi beso,
ágil amor, como el viejo
del mar que desespera
la llave confusa con que le oprimen
los brazos interrogantes.
Miel o tabaco, gin o sal,
áspero limón limpio,
o la última fruta interna
de carne, dentro del jardín cerrado
donde se entra sin renombre
(empresa furtiva:
delicia no quiere pregón).
¿Cuál es el sabor de tu beso?
Y ahora, amor, este beso tuyo
(otra leyenda) se me muda
hasta la raíz de la naturaleza.
Tiembla, me olvida, el dulce
se me escurre anhelante
y una risa, gozo inquieto,
brota profusa y rebrota
y agita sus ramas en mi boca:
fresca amargura del laurel,
verde rumor aéreo.
Déjame reír a mí, amor.
Cuento en todas las partidas
y conozco la ganancia, ¿ y qué haría
con mi juventud?
Es la tuya la que quiero.
Compadecido de sí mismo,
hace feo mudar mi beso.
Muda, que ruedo contigo
y es mío todo lance de tu dado.
Gabriel Ferrater. Las mujeres y los días.
Me gusta mucho este poema.Sin embargo no conocía al autor.Gracias por seguir descubriéndome cosas como esta
ResponderEliminar